Silvia Maldini

Artista interdisciplinaria. 
Sus proyectos conjugan artes escénicas con artes visuales.
Magister en Teatro y Artes performáticas, UNA.  Licenciada en Artes Visuales, Universidad Nacional del Litoral. 
Maestra Nacional de Dibujo. Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano. Continuó su formación artística en el Taller de arte del maestro Luis Felipe Noé.
Realizó estudios en diversas áreas del arte, la comunicación y la tecnología, en Argentina y en el exterior.

Docente de Posgrado en la UNA. Brinda cursos en su estudio y en otros centros culturales, en Argentina y en exterior. Como investigadora ha participado con artículos de investigación en congresos y publicaciones de arte.
Desde 1988 ha realizado numerosas exposiciones de dibujo y pintura, historietas, instalaciones, performances y videoarte. 
Como artista le inquieta de qué forma el arte puede convivir con la conciencia colectiva, entorno a las problemáticas del colapso ecosistémico, como un modelo alternativo e inspirador de coexistencia. 

Amor en el futuro ancestral (Residencia de Arte NAT - 10/2024)


Este proyecto Amor en el futuro ancestral es materia prima, un reservorio para futuras obras.

El punto de partida fue la emoción generada desde la experiencia en las paleocuevas de Cantabria, y no solo por el arte rupestre sino también por su entorno natural en este paisaje tan singular. Amor e incertidumbre fueron las emociones fundantes del momento iniciático.

Es mi segunda residencia en Tagle, esta vez he puesto el foco en mi encuentro con las cuevas, mientras que en el anterior viaje me dejé impactar por el paisaje. Encuentro un tema en común en las 2 experiencias en Cantabria, el tiempo.

La vida en las cuevas me atrapó, sintiendo ser parte de ese tiempo y a la vez del presente 2024. Lo puedo detener, extender, fundir, superponer. Hasta hacerlo uno solo, infinito.

La cueva aparece como refugio, útero, madre, amor, familia o clan. En simultaneo se presentan los peligros y las dificultades del mundo exterior, la incertidumbre por el futuro del planeta.

El pasado ancestral se mezcla con el pasado reciente en las manos de mis hijos y con el presente-futuro distópico de nuestra civilización.

El deseo aparece como fuerza conquistadora, en una dinámica que empuja las acciones hacia la creación del hogar y el encuentro con el amor autentico.

La primera obra realizada con este material ha sido una instalación en un Encuentro de Site specific en el Espacio Umbral de la Ciudad de Buenos Aires, en junio 2025.

Haga click sobre las imágenes para vista completa

Texto en el audio


1

Caminar, caminar

Atravesar las playas y colinas verdes

En lo alto una caseta de piedra. Vacía, rota.

En la casa un fuego

Aun sin encender

Me espera

Caminaremos hasta habitar esa casa de piedra.

Desde sus ventanas espiaré los peligros de la tierra, divisaré el mar que se vuelve océano, el horizonte curvo, y los picos nevados allá lejos y tan cerca a la vez.

Verte llegar.


2

Entro a la cueva con mis dos hijitos de la mano. Venimos del bosque.

Estoy enseñándoles a reconocer aves. Trepamos árboles en silencio

Y permanecemos quietos, entre el verde

y el canto de los pájaros.

Aprovechamos para recoger frutos.

Nos damos un baño en el rio, que es bajito pero nos encanta jugar

a quien encuentra la piedra más rara.

Jugar en el agua nos da mucha hambre, y siempre hay caracoles

O algún pececito apetecible para calmar las tripas.

Rodar por la hierba para secarnos es algo que nos gusta mucho,

quedamos verdes y nos causa mucha alegría y placer ese color.

Somos casi fluorescentes ahora.

El hambre crece y sabemos que en la cueva nos espera algún

buen manjar de carne hecho al fuego.

El bosque empieza a volverse peligroso. Ruidos,

Vientos, y oscuridades nos alertan que es momento

de volver a la cueva, al calor, al amor de infinitas formas que la cueva es.


3

La enorme cueva es húmeda, late, respira transpira.

La oscuridad es total en el fondo de la cueva pero se va iluminando

a medida que nos acercamos al alero de la entrada.

La gran curvatura del techo se pierde en la oscuridad,

Aunque cada familia tiene su fuego.

Las pequeñas zonas circulares de luz forman una

constelación de luces cálidas dentro de la enorme cueva.

Con sus humos y con sus Sombras.

Huele a comidas, animales, pieles, a nuestros fluidos huele.

Y cuando el viento y la lluvia golpean inclementes dentro de la cueva,

el aire se limpia y las huellas se borran.

Se parece a cuando todos dejan la cueva para seguir hacia otro refugio.

Después de un tiempo impreciso todas las huellas de vida quedan sepultadas,

amalgamadas en una misma capa de tierra y piedra.

Luego de otro tiempo impreciso, otros humanos,

nuevos clanes, vuelven del bosque y activan la cueva

Con bailes, música, pinturas, fuegos, cuentos,

con sus amores y desamores.

Y la lluvia, el sol, el viento, el frio intenso,

el agua del rio inundando la cueva una vez mas


4

Vigilar el fuego para no sentirme indefensa.

Es vigilar la oscuridad y el frío de la noche y del invierno.

Siento que con el fuego podemos vivir más allá

de los cambios del sol y de la luna.

Ahuyento también a los depredadores, y cocinamos lo que

Comemos.

Están quienes crean fogatas controladas al interior de la cueva,

Porque saben cuál es el mejor sitio para ubicarlas

para tener un buen fuego sin mucho humo.

Porque demasiado humo no deja respirar.

Creo que es mejor hacer el fuego lejos de la entrada.

Cuentan que hace mucho, humanos de esta misma cueva

Encontraron el fuego con la caída de un rayo sobre un árbol,

Y para sorpresa de todos, sintieron la luz y el calor.

Y que luego una banda de esta misma cueva hizo

Toda clase de pruebas para controlarlo

y mantenerlo encendido para siempre,

incluso aprendimos a transportarlo.


5

Todos los años en Cantabria, cuando llega el invierno, se queman 10.000

Hectáreas de monte. Los fuegos se han duplicado en la última década.

Los paisanos están acostumbrados a ver remolonear el humo, siempre

Ha servido para domar el paisaje de matorrales.

Pero el asunto es el abandono y depresión de las zonas rurales.

Es el fuerte despoblamiento y envejecimiento rural, y el cese

de actividades agrarias tradicionales,

Es así que las zonas cultivadas y pastoreadas en el pasado están hoy

Cubiertas por matorrales, o monocultivos que están

Condenados a quemarse tarde o temprano. Sin control.

El clima está debilitando y estresando a los bosques,

Aumentando la vegetación seca, su inflamabilidad y su combustibilidad.

Y el monte se ha llenado caoticamente de casas,

Sin planes para protegerse del fuego.

El día en que aquí en las fincas no quede nadie:

Entonces entraran los fuegos y el monte

Como lugar de vida puede desaparecer.


6

¿Qué hacer si ves un Oso?

Lo ideal es retirarse despacio y sin hacer ruido, para no alertarlo.

En el caso de un encuentro fortuito, si se trata de un ejemplar a corta distancia que se aproxima y no nos ha detectado, conviene hacerse notar. Pero sin aspavientos ni voces, para que cambien de rumbo antes de que este demasiado cerca.

Los osos rugen en caso de agresión y si gritan pueden entender que se les amenaza e intentar defenderse. ¡Nunca corras! Los osos pueden hacerlo a 50 km por hora y seguramente irán detrás de ti.

Los osos intentan proteger a sus crías, su reserva de comida o su territorio. Los osos no buscan cazar humanos.

En Japón hay una máquina expendedora, que se ha vuelto viral, es una que vende carne de oso. Se instaló en la estación del tren bala Tazawako, en la ciudad de Senboku.

Los viajeros pueden comprar carne de oso recién cazado. A unos 2200 yenes, es decir unos 15 euros los 250 gramos de carne. Se trata de un producto local del norte de Japón.

Los osos cada vez se adentran más en las zonas habitadas, esto es debido a la escasez de sus propios alimentos, por lo que los cazadores se encargan de regular su número para evitar accidentes.


7

¿Qué sabor tiene la carne de oso? Según las personas que la han probado, la carne de oso es una mezcla entre magra y grasosa, que no se endurece, con un sabor ligeramente picante, parecido al del venado. 
La especie que sobrevive no es la más fuerte ni la más inteligente. Es la que mejor se adapta al cambio.

El oso pardo cantábrico está catalogado en la Lista roja de especies amenazadas, en peligro de extinción. Han registrado un resultado de 370 osos pardos en Cantabria. Pueden hibernar hasta por seis meses sin comer, beber, orinar o defecar. Fuera de la época de hibernación, duermen 20 horas por día.


8

Estoy en un bosque

Estar en el centro del bosque es necesario

Estar perdida

En el bosque

Sola

Un rato

Es necesario.

La abuela de mi tatarabuela, 

La conocí. La madre de mis madres.

La conozco: mujer dulce y fuerte. 

Españolas del bosque, de las piedras, del fuego.

Ella estaba bien. No estaba herida. 

Me transmitió esas semillas, esa confianza, ese saber que todo está bien

Que ya sanamos todas.

Un paisaje agreste y delicado a la vez

Fogata

Momento íntimo ritual. 

Video de Muestra en el Encuentro de Site specific, Espacio Umbral, 2025

1, 2, 3 y muchos (NAT Residencia de Arte - 03/2022)


Llegué a Cantabria como quien ve todo por primera vez. Y sin embargo, no. Porque es la tierra de mi abuela materna, de mis ancestros. Caminé los impactantes paisajes naturales con sumo respeto y amor, con todos mis sentidos bien abiertos. 
En las cuevas conocí otro concepto del tiempo y de lo cuantitativo… 1, 2, 3 y muchos… Así se contaba en el paleolítico. No hacía falta más.
Mi mirada virgen sobre el territorio ancestral, se hibridó con el arte rupestre paleolítico de las cuevas, con las aves de Cantabria y con lo que traía puesto desde la gran ciudad. 
De este encuentro nació el video performance “1, 2, 3 y muchos”, un relato intimista y despojado de estos paisajes imaginarios en los que el tiempo es otro, es continuo y contiene en si a todos los tiempos.
La vida en la tierra y los recuerdos del origen. Todo se condensa en estos paisajes. 

Estos videos están diseñados para ser vistos simultáneamente. Por favor inícielos al mismo tiempo

Texto en el vídeo


Contar el tiempo. 1, 2, 3 y muchos. 
Contar otra vez y otra vez:  1, 2, 3 y muchos. No hace falta más.
Días y días caminando. Libre para comenzar una vida.
La libertad del caminante y el camino.
Los ojos que ven muy lejos.


Los ojos cerrados. El afuera es una masa de mar, piedras, madera y viento. 
Formas en formación. 
Con los ojos abiertos encontrar mapas y símbolos grabados en las rocas.

Confundir rocas por montañas en las rocas con formas de montaña.

Unos ríos de piedra se mezclan con el mar. La materia es una sola, la misma en todo.


Con los ojos cerrados las imágenes giran como torbellino a mí alrededor. Los mares, las cuevas, los bosques y los cielos. Imágenes de muchas vidas. Todo está aquí. No sé si hay un más allá.
El tiempo es otro, es continuo y contiene a todos los tiempos.
La tierra es.


Paisajes de muchas vidas: maderas que el mar lleva y trae.
Piedras agujereadas y afiladas por el viento, 
alfombras de musgo, 
troncos cubiertos de hiedras, 
la fuerza del agua, 
el sonido de 1, 2 ,3 y muchos pájaros.


Ser Salvaje  (Huellas - 03/2021)


Vivimos en las ciudades.

Habitamos un mundo que da por sentada la urbanización de todas las conciencias que lo habitan, lejos de nuestros instintos naturales y salvajes.

Esta experiencia nace como otra manera de abordar el tema de la naturaleza en la ciudad, desde un lugar menos racional, más profundo y esencial.

En pandemia vivimos inmersos en videoconferencias y videochats. La red transmite videos, imágenes, y publicidades sin pausa.

En medio de toda esta invasión visual surge la idea de hacer una obra en un lenguaje sensible diferente, una obra para los oídos.

Dejar las imágenes por un rato para contemplar, meditar, dejar volar la imaginación y los sentidos. Se trata de escuchar y dejarse llevar por el relato. 

Transportarse al interior del propio ser para conectar con lo salvaje que habita en cada uno de nosotros.

Ser Salvaje es una instalación sonora que invita a la experiencia de conectarse con la naturaleza salvaje a través de una gata.

Durante un lapso de tiempo breve se podrá disfrutar la experiencia de conectar con la naturaleza a través de un relato sonoro.

En penumbras, en un espacio con almohadones, sentarse, recostarse y escuchar un relato que nos transporte a lo salvaje que habita en nuestro interior.

Es un momento íntimo ritual.


Para realizar la experiencia en el espacio propio de cada uno, se seguirán estas instrucciones:

  • Buscar un sitio en penumbras, cómodo, íntimo.
  • Recostarse sobre almohadones o cojines, en el suelo.
  • Aromatizar con sahumerios o aceites naturales
  • Escuchar el relato que se brinda en un archivo mp3 y dejarse llevar hasta conectar con lo salvaje que habita en cada uno.