Luanda Lozano

Dominicana, nacida en Humpata, Angola. Obtuvo una licenciatura en ilustración en la escuela de diseño Parsons The New School of Design en Nueva York y desarrolló su amor por el grabado en el taller de grabado de Robert Blackburn con el artista peruano Claudio Juárez.

Sus grabados son parte de colecciones importantes, entre ellas: Museo de Kanagawa en Japón; Museo Nacional del Grabado, Argentina; Museo de Arte de Varna, Bulgaria; Museo de Arte de Montclair, Nueva Jersey; Librería del Congreso Americano (Robert Blackburn-colección de grabado); El Museo de Arte Americano Smithsonian (DYPG portfolio Manifestaciones); Museo National de Arte de Taiwan y el Museo Florean en Maramunes, Romanía.

Luanda impartió clases de grabado, dibujo e ilustración por casi una década en el centro de Arte Bronx River en el Bronx, Nueva York. Otros lugares donde ella ha impartido clases de grabado son: Centro Contemporáneo de Grabado en Norwalk, Connecticut; Centro de Arte Pelham en Nueva York; Escuela de Bellas Artes en Ponce, Puerto Rico; Museo de Arte Africano en Nueva York y en el taller de grabado Artist Proof Studio en Sudáfrica.

Desde el año 2015 hasta el 2019, fué co-vice-presidenta del taller de Grabado “Manhattan Graphics Center” localizado en Manhattan, Nueva York.

Yo soy Piedra (Residencia de Arte NAT - El Instante de la Creación - 06/2023)

En el proceso de creación de la obra, me sumergí en mi naturaleza interior, permitiendo que mi imaginación y curiosidad guiaran el trabajo. Fue una experiencia profundamente espiritual que me hizo sentir conectada e iluminada. Trabajar en las piedras se convirtió en un ritual espiritual, mientras usaba velas y capas de cera repetidamente sobre las piedras. A lo largo de este proceso, contemplé y pensé en las innumerables personas que habían tocado estas piedras a lo largo de los siglos y reflexioné sobre la gran cantidad de historia que llevaban consigo.

Al concluir el trabajo sobre las piedras, regresé al parque, llevando las piedras conmigo. Buscando orientación, miré hacia el cielo y pedí instrucciones sobre dónde colocarlas. Como en respuesta, descubrí el lugar perfecto: un espacio ubicado entre dos grandes rocas. Allí me esperaba una vista deslumbrante: una flor blanca, que simbolizaba la pureza. Resonó profundamente, como si fuera la señal que había estado buscando todo el tiempo. En ese momento, sentí una profunda sensación de plenitud y satisfacción, sabiendo que mis deseos se habían cumplido.

Yo Soy Piedra...

...Fortaleza

You Soy Piedra

...Naturaleza

Yo Soy Piedra

con historia

Yo Soy Piedra

que transforma

Yo Soy Piedra

de llano y rio

Yo Soy Piedra

del camino