Proyecto Cantabria  (Residencia de Arte NAT - 06/2023)

Residentes:  Carlos Lista /Juan Canavesi

Este proyecto se llevó a cabo entre el 12 y el 24 de junio de 2023 en Tagle, ayuntamiento de Suances, Cantabria, en el marco del programa NAT RESIDENCIA DE ARTE, dirigido por Andrea Juan y Gabriel Penedo Diego.

Se enmarca en un proceso vital de transformación personal compartido por ambos residentes, a modo de búsqueda de nuevas certidumbres, alejadas de los discursos hegemónicos imperantes y sus propuestas engañosas y alienantes.

Cantabria y específicamente el lugar donde desarrollamos este proyecto (Tagle), nos ofreció la conjunción de naturaleza y calidad de vida, estímulo y serenidad, de pasado ancestral y presente dinámico, así como la posibilidad de encontrarnos con otros y con nosotros mismos en una apariencia de tiempo detenido.

Con la guía de Andrea y Gabriel, visitamos lugares donde nos acercamos al arte de nuestros lejanos antepasados paleolíticos, compartimos caminatas, momentos y reflexiones para, finalmente, emprender la búsqueda reiterada de objetos devueltos por el mar.

La playa fue nuestro primer espacio-laboratorio, que nos ofreció los materiales para descubrir, encontrar, recolectar, clasificar y crear. Se transformó, así, en nuestro taller al aire libre y en el lugar privilegiado de observación creativa, de pensamiento y contemplación.

Objetos escasamente intervenidos

por Carlos Lista

Caminar por las sendas cambiantes y azarosas que trazan las mareas y las olas en la playa, las rutas diseñadas por los restos que el mar acerca y aleja con persistencia rítmica. O por esos otros que el mar arranca y desarraiga arrebata desgarrando las costas. Abandonos del agua que evocan el desamor y que permanecen ignorados, anónimos e inclasificables. Solo trozos, solos fragmentos, solo desechos. 

Recorrer esos trayectos cubiertos de trozos de madera, piedras, caparazones de moluscos, algas o despojos que algún visitante abandonó por desaprensión o descuido. Los senderos que muchos paseantes prefieren evitar. Deambular por ellos con la mirada atenta que apenas se anticipa a mis pasos.

Hacerlo con el entusiasmo del niño que busca algún tesoro o con el interés del investigador que procura un descubrimiento. Hacerlo siempre con la curiosidad de ambos, atento a la recolección lúdica, al encuentro fortuito, a la sorpresa y al asombro que deparan la forma de una piedra o un leño de apariencia extraña que, a veces, guarda rastros de intervención humana.

Hay una extraña forma de belleza en estos objetos, un misterio ancestral, primario, elemental y simple. Es por ello, quizás, que su recolección se asemeja al rito y que su apropiación sea una especie de rescate de su degradación total, de su transformación definitiva en astilla o arena.  

Alinear, clasificar y relevar lo recolectado. Registrar las formas caprichosas y los accidentes de su superficie frotando el grafito sobre el papel. Descubrir sus marcas y desgastes, las texturas y aristas. O unirlos para crear nuevos objetos. O atarlos para reparar roturas. Siempre con la atención, el respeto y el cuidado que pone el arqueólogo en sus hallazgos, aquellos que permiten mantenerlos únicos y escasamente intervenidos.

Visibilizar lo ignorado y dignificar lo precario. Un sencillo ritual de buscar y buscarse, de descubrir y descubrirse, de explorar y explorarse y, sobre todo, de rescatar de la indiferencia y la desaparición inevitable esos objetos desdeñados, para hacerlos permanecer. Una metáfora, un conjuro. 

Cuaderno de Apuntes

Dibujos

Maderas Intervenidas