Brinkmann, Córdoba, Argentina, 1968
Estudia piano, dibujo y folclore en su infancia, hasta que encuentra el rumbo a través de las artes visuales, profesión que sostiene de manera comprometida a lo largo de los años.
En su formación hace cruces con filosofía y con escritura, esto gestará una relación estrecha entre lenguaje e imagen.
Su trabajo gira en torno a la problemática humana, la presencia de la figura y aún su ausencia, están siempre indicando la trama del universo que rodea a la misma, la complejidad del pensamiento, la agudeza de la emoción y el vacío.
Su proceso es transferencial, forma parte del recorrido de un camino de búsqueda permanente. Se define a sí misma como una “pintora caminante, de unos pies que piensan mientras avanzan”.
Mostró su obra de manera individual y colectiva, participó de ferias y bienales.
Poseen sus trabajos coleccionistas privados nacionales e internacionales.
Maternar (Huellas - 07/2023)
MATERNAR no es una cuestión biológica, es una cuestión visceral.
Lo hacemos con el impulso con el que fuimos hijos y también con la carencia con la que no lo fuimos.
Abrazamos desde lo más profundo de nuestras entrañas, con pasión y con soberanía.
Pero no lo hacemos con los brazos solamente.
Abrazamos también con las piernas, con los dientes, con la mirada con la fuerza de nuestros músculos y con toda nuestra sabiduría.
Cuando el objeto de nuestro amor es amenazado, el mundo se quiebra.
El rugido nos ensordece, y estoicamente luchamos, contra quien sea.
Como sea.
Pero aún así, a veces no alcanza.
Su dolor nos horada, su vulnerabilidad nos perfora.
La incongruencia de lo impensado se hace presente para provocar la más oscura disnea.
Y si logramos, en un ardid certero, capear dignamente la tormenta, nunca juntaremos todas las piezas.
Una parte seguirá deambulando, acunando para siempre la vigilia y el olvido.
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